Hola, Curly.

Aquí tienes una versión corregida y con un toque divertido pero profesional del texto:


¡Nuevo año, nuevos propósitos! 🎉 La mayoría de nosotras ya hemos hecho nuestra lista de objetivos para este 2025. Que si hacer más ejercicio, aprender algo nuevo, o finalmente organizar ese armario que parece un portal al caos. Sin embargo, seamos sinceras: no todos los propósitos se cumplirán, y eso está bien.

Por eso estoy aquí, escribiendo este post. Porque, aunque cada nuevo año nos llena de ilusiones y promesas de que esta vez será diferente, la verdad es que no siempre depende solo de nosotras. A veces, la diosa Fortuna parece tener sus favoritos, y no siempre estamos en su lista VIP.

Puede que pongas todo tu esfuerzo, dedicación y energía en tus metas para este año, pero el éxito sigue escapándose como ese WiFi que no llega al cuarto donde más lo necesitas. Mientras tanto, hay personas que, sin despeinarse, logran todo lo que tú llevas años intentando. ¡Qué coraje da! 🙃

Y ahí es cuando caemos en la trampa de compararnos con quienes parecen tener la vida perfecta, llena de logros, felicidad y fotos que parecen sacadas de una revista. Es fácil sentirse como un fracaso al lado de ese desfile de «vidas de ensueño».

Pero alto ahí. Antes de que empieces a flagelarte viendo esos videos y fotos de gente que parece estar protagonizando un anuncio de perfume, respira y quédate conmigo un momento. Porque este post no va de rendirse ni de quejarse, sino de recordarte algo importante: ¡no estás sola, y estás haciendo lo mejor que puedes! 💪✨

En mi post anterior, te hablaba de lo perjudicial que puede ser sufrir por el éxito de los demás o compararte con esas personas a las que «aparentemente» todo les va bien. Notemos esa palabra: aparentemente. Porque lo cierto es que no estás en sus zapatos, ni sabes realmente cómo han llegado allí.

Lo único que conoces es lo que muestran en redes sociales o lo que reflejan otros medios. Y, como bien sabes, esas imágenes suelen estar filtradas, idealizadas y, muchas veces, lejos de la realidad.

Sin embargo, entiendo que es fácil caer en esa trampa. A veces, la comparación nos abruma, y nuestra mente nos lleva por caminos oscuros que nos hacen sentir insuficientes. Pero antes de meterte en la cama, taparte hasta arriba con una manta y querer huir del mundo, quiero proponerte un enfoque distinto.

Antes de hundirte en esos pensamientos, hazte estas preguntas:

1. ¿Qué significa realmente el éxito para mí?

¿Es tener más dinero? ¿Tener una vida tranquila? ¿Alcanzar un sueño profesional? Reflexiona sobre lo que verdaderamente valoras en la vida, porque el éxito tiene una definición distinta para cada persona.

2. ¿Estoy viendo toda la historia o solo una parte?

Recuerda que la mayoría de las personas muestran solo sus mejores momentos. Lo que no ves son las horas de trabajo, las frustraciones, los fracasos y los sacrificios que hay detrás de esa fachada de perfección.

3. ¿He celebrado mis propios logros?

Es fácil olvidar nuestras victorias, por pequeñas que sean. Haz una lista de las cosas que has conseguido últimamente y celébralas.

4. ¿Estoy siendo justo conmigo mismo?

¿Te estás exigiendo más de lo que es razonable? No te compares con alguien que está en una etapa diferente de su vida o que tiene recursos y oportunidades distintas a las tuyas.

5. ¿Qué puedo aprender de esta situación?

El éxito solo tiene sentido si está alineado con tus propios principios y metas, no con las expectativas de los demás.

6. ¿Estoy comparando mi comienzo con el final de otra persona?
(Cada persona tiene un ritmo y un contexto único).

7. ¿Estoy comparando mi comienzo con el final de otra persona?
(Cada persona tiene un ritmo y un contexto único).

8. ¿Qué puedo aprender de esta situación o de esa persona?
(En lugar de enfocarte en la comparación, busca inspiración y oportunidades de crecimiento).

9. ¿Estoy siendo justo conmigo mismo?
(¿Te estás exigiendo más de lo que es razonable en este momento?).

10. ¿Estoy dispuesto a hacer los sacrificios que esa persona probablemente ha hecho?
(El éxito suele implicar esfuerzos y decisiones que quizás no todos estén dispuestos a tomar).

11. ¿Qué emociones me está causando esta comparación, y qué me están diciendo sobre mis necesidades?
(La envidia o frustración pueden ser señales de algo que realmente deseas o que necesitas ajustar en tu vida).

12. ¿Estoy viviendo alineado con mis propios valores y metas?
(El verdadero éxito es alcanzar lo que es importante para ti, no para los demás).

13. ¿Qué acciones puedo tomar ahora para avanzar hacia mi propia definición de éxito?
(Enfócate en tu propio camino y progreso).

14. . ¿Estoy viviendo de acuerdo con mis valores?

En lugar de centrarte en lo que crees que te falta, observa qué puedes inspirarte a mejorar en tu vida.

15. ¿Qué puedo aprender de esta situación?

El éxito solo tiene sentido si está alineado con tus propios principios y metas, no con las expectativas de los demás. Y estas preguntas pueden ayudarte a convertir la comparación en una oportunidad para el autoconocimiento y el crecimiento personal. 😊

Feliz 2025 Curly. Hasta el próximo.😊

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